¡¿Cuanto más grande, mejor?!

Asegúrate de que la mochila sea lo suficientemente grande para todo tipo de cosas diferentes: cajas de bocadillos, fiambrera, botella de bebida, estuche, libros,... Pero no demasiado grande porque de esta manera el peso se distribuye de manera desigual. También es útil tener bolsas separadas dentro y alrededor de la mochila escolar. Uno para mantener todas las cosas pequeñas separadas y otro donde pueden guardar libros y cuadernos a salvo. Por lo tanto, es mejor elegir una mochila que no sea más ancha que los hombros de tu hijo. 

¿Eres una chica/chico caprichoso/a?

No tenemos que convencerte de que la mochila tendrá que aguantar mucho. De vez en cuando se cuelga muy bien, pero a veces se tira al suelo cuando es urgente jugar en el patio. Por eso es muy importante elegir una mochila hecha de materiales de alta calidad y preferiblemente sostenibles. El hecho de que sea resistente al agua es una ventaja añadida. Así el amigo animal también puede irse de excursión, por ejemplo, al parque de atracciones (y sí, también al chapoteo del agua). 

Sólo los fuertes sobreviven

Además del tamaño y el material, la robustez completa el círculo de calidad. Por ejemplo, es importante que la mochila no se arrugue porque esto puede derivar en problemas posteriores de espalda, por lo que es mejor colocar los elementos más pesados contra la espalda en la mochila. Para llevar la mochila correctamente, puedes optar por tirantes regulables con hebilla de cierre adicional para que los tirantes no se caigan de los hombros. Abre la hebilla y ellos mismos pueden hacer clic fácilmente ¡listo para ir a la escuela!